Limousin, Guyenne, Quercy. La sculpture flamboyante

Descripción

JACQUES BAUDOIN. Limousin, Guyenne, Quercy. La sculpture flamboyante, Créer, 2009.
ISBN: 978-2848190259

La región de Aquitania ha sido, desde la Edad Media tardía, tributaria de un doble particularismo: orgullosa de haber dado cinco Papas a la Iglesia, la región se ha visto profundamente marcada por la estancia de los pontífices en Aviñón; por otro lado, se encontró librada enteramente al poder inglés, en virtud del Tratado de Brétigny.

Aquitania ha sufrido en gran medida la angustia de un conflicto aceptado de diversas maneras. A su vez estimulada o inhibida por estas dos circunstancias, el desarrollo del arte flamígero experimenta una explosión tardía, aunque brutal, en la segunda mitad del siglo XV. Al igual que ocurre en Normandía, afectada de manera similar por el conflicto, canteros, escultores y carpinteros despliegan una fértil actividad.

Es cerca del territorio de Bourges, en la Marche y el Haut-Limousin, donde aparecen los talleres más precoces. Convertidos progresivamente en imagineros, los orfebres de Limoges se encuentran en el origen de un gran número de talleres.

Encontramos una situación completamente distinta en el Bas-Limousin: allí se establece un gran taller favorecido, en sus inicios, por la obra del castillo de Ventadour y que se va a extender por el valle de la Dordoña. Son numerosos los artistas que siguieron la misma ruta hacia la Guyenne: maestro Domenge, el maestro de Brion, Pierre de la Ville de Boys, Mathurin Galopin, Guirault de Pomiers. Después de este proceso de migración, la ciudad de Burdeos aparece como el punto de mira de la actividad de los artistas de las provincias periféricas, afirmando así la originalidad y la identidad estilística de toda la zona de Aquitania.