Joan Valero

Gli affreschi di Galtellì. Iconografia, stile e committenza di un ciclo pittorico romanico in Sardegna

Estudio sobre un importante ciclo pictórico románico descubierto recientemente en la antigua catedral de San Pedro de Galtellì (Cerdeña)

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Descripción

ALBERTO VIRDIS. Gli affreschi di Galtellì. Iconografia, stile e committenza di un ciclo pittorico romanico in Sardegna, Condaghes, 2011, 356 p.
ISBN: 978-88-7356-182-8

Descubierto recientemente en los muros de la nave de la antigua catedral de San Pedro, el ciclo pictórico de Galtellì representa un hito en la historia de la pintura medieval en Cerdeña. Este estudio reconstruye el contexto cultural de las pinturas a través de un itinerario configurado por varias etapas sardas (SS. Trinità di Saccargia) y peninsulares (Roma, Lazio, Toscana), un camino que se cruza con las diversas vías de la tradición pictórica medieval.

La decisión del promotor -probablemente un obispo de Galtellì llamado Magister- de hacer decorar la catedral con un ciclo que replicaba al de la basílica vaticana de San Pedro, fue una decisión que tomó un significado político claro en un momento de gran tensión entre el Papado, Pisa y los territorios sardos -Gallura, en particular- entre 1198 y principios del siglo XIII.

Este estudio pone una vez más en evidencia -tal como apunta Renata Serra en la presentación- el papel de la imagen en la Edad Media: no sólo simbólico ni ideológico, sino multifuncional, capaz de responder a diferentes demandas y capaz de hablar de un modo diferenciado a interlocutores distintos.

La diócesis de Galtellì (sede episcopal a partir de la tercera década del siglo XII) fue originalmente situada bajo la dependencia directa de la Santa Sede junto con las otras diócesis de la zona de Gallura, como la de Civita.

El complejo episcopal de Galtellì consta de dos edificios: una iglesia románica del siglo XII, más grande, inacabada, la cual debería haber sido la catedral de la diócesis, y una iglesia más pequeña y más antigua. Esta última, dedicada a San Pedro, y la que contiene los frescos, fue el único edificio que finalmente desempeñó la función catedralicia.